Dado que algunos de los motivos pueden olvidarse durante las festividades, nos gustaría recordarte datos concretos sobre esta significativa festividad costarricense que celebra la anexión de la fantástica Península de Nicoya.
Origen de Nicoya
El Día de Guanacaste se celebra anualmente el 25 de julio en Costa Rica. La festividad conmemora la anexión de Nicoya de Nicaragua por Costa Rica en 1824. El término «Nicoya» parece haber surgido del cacique Nicoa, en la lengua náhuatl del pueblo azteca nahua que emigró al sur desde el territorio del actual México.
La Historia del Territorio de Nicoya
El área original de Nicoya incluía terrenos entre el río La Flor y el lago Nicaragua al noreste, el golfo de Nicoya, el río Tempisque, el río Salto y una porción del río Desaguadero al sur. El Territorio autónomo de Nicoya se fusionó con Costa Rica en 1820 para formar una población lo bastante importante como para enviar un delegado a las Cortes de Cádiz, en España. Fue elegido Florencio del Castillo, político costarricense y presbiteriano. La Constitución española de 1812 dividió el Reino de Guatemala en varias provincias. Uno de esos dominios, que ahora forma parte de Guanacaste, era Nicoya. Cuando Centroamérica proclamó su independencia de España en 1821, surgieron problemas políticos que provocaron la división de las provincias o regiones. Los problemas internos de Nicaragua asolaban el estado, y los nicoyanos eran tratados con recelo. Debido a estas relaciones, los habitantes de Nicoya estaban más unidos a Costa Rica, sobre todo por la proximidad de Nicoya a las comunidades costarricenses de Puntarenas, Esparza, Bagaces y Cañas. Un mes después de obtener la independencia, Costa Rica formó su estructura jurídica mediante el Pacto de la Concordia, una constitución provisional. Más tarde se promulgó la primera constitución del país, y Juan Mora Fernández se convirtió en el primer jefe de estado del país. Costa Rica se beneficiaba entonces de un entorno de estabilidad y seguridad política, una administración de justicia competente, vínculos comerciales preexistentes con Nicoya, y una tierra y un clima ricos y productivos.
El proceso de anexión
Debido a esta estrecha relación, el gobierno costarricense pidió formalmente a los habitantes de Nicoya que se unieran al país a través de Cupertino Briceo, el primer alcalde de Nicoya. Costa Rica aún no era una república en aquel momento. Por ello, los legisladores presentaron un llamamiento formal al Congreso General de Guatemala, con todos los trámites y firmas pertinentes. Debido a la posición de Nicoya, dijeron los lugareños, sería más fácil unirse a Costa Rica que mantener el vínculo con Guatemala, que estaba considerablemente más al norte. La anexión de Nicoya a Costa Rica se hizo oficial el 25 de julio de 1824. El territorio fue reconocido formalmente como provincia costarricense en 1848, con cuatro cantones: Nicoya, Santa Cruz, Bagaces y Cañas. Guanacaste comprende ahora 11 cantones.
Origen del nombre de Guanacaste
La provincia de Guanacaste debe su nombre a un gran árbol que había en las inmediaciones del actual parque central de Liberia, la capital de la provincia. Guanacaste deriva de las lenguas náhuatl de Quaiti (árbol) y Nacaztli (oreja). Ventajas de la anexión Guanacaste es ahora un importante productor de arroz, caña de azúcar, sorgo y otros productos básicos. Muchas granjas locales también crían ganado. Se ha ganado el apodo de «Costa Dorada de Centroamérica» por ser una de las atracciones turísticas más destacadas de Costa Rica. La población de Guanacaste ha seguido creciendo tras la anexión, convirtiéndose en un pilar económico esencial del país. Las aportaciones culturales de Guanacaste, como las delicias ticas como las tortillas y los bizcochos, y los pequeños y crujientes pastelitos parecidos a rosquillas, enriquecen la cultura costarricense.
La música folclórica guanacasteca ha influido profundamente en la música costarricense, incluyendo canciones como «El Torito», «Pasión», «Amor de Temporada», «Luna Liberiana» y «Pampa». En la región se fabrican quijongs (un arco de cuerda y calabaza), tambores, ocarinas (pequeñas flautas de cerámica), marimbas y otros instrumentos populares. Guanacaste también ha creado una plétora de mitos y folclore intrigantes. Guanacaste es, sin duda, «parte de la patria por elección», como suele decirse.